martes, 27 de diciembre de 2011

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Esto me está costando más de lo que pensaba,
y me está doliendo muchísimo más de lo que podría imaginar, y de lo que podría soportar.
Sé que nunca lo leerás, por eso lo escribo aquí, en este rincón olvidado donde las palabras hablan por sí solas.
He perdido mi identidad, he perdido el concepto de quién soy.
Me veo al espejo y no me veo a mi, creo que porque me faltas tú.
Las heridas que se han abierto son tan profundas que soy incapaz de coserlas, más que nada porque al verlas abiertas tengo la esperanza de que se puedan curar solas.
El vacío es enorme, es increíble la cantidad de mí que ocupabas.
Y ahora, siendo solo una mitad, no puedo pensar con claridad, no puedo hacer nada.
Solo esperar.
Esperar que esa milésima parte de esperanza que tengo se haga realidad.
Esperar a poder volver a abrazarte sin llorar,
y a darte un beso para olvidar que aquel tan amargo fue el último.
A olvidar ese día tan negro, tan hostil, tan frío.
A poder volver a dormir bien por las noches, y a despertarme feliz.
Te quiero joder, te quiero tanto que me rompo.
Te quiero tanto que sin ti no vivo igual.
Sin ti solo existo.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Bienvenido al club de las semanas místicas,
de los días bohemios.
Bienvenido al club de los psicóticos,
de aquellos que nunca han sido entendidos,
de aquellos locos que ciertamente lo estaban.
Nadie decide su locura,
unos cuantos se la inventan sí,
pero realmente, no envidio las aburridas vidas de la gente normal.
Me siento demasiado inteligente en estos momentos,
demasiado superior en un mundo repleto de mediocres,
con demasiado cerebro para una cabeza tan pequeña.
Fumo sin cesar,
y me consumo con cada cigarro.
Adoro consumirme.
Sé que mi estado más puro está a punto de llegar,
es solo cuestión de tiempo.
Lo espero casi con ganas, con anhelo,
ya que solo en esos momentos soy yo en mi pura esencia.
En esos momentos de locura es cuando pierdo mi piel,
cuando lo pierdo todo.
Para ser solo yo.
Miedo?
Antes lo tenía.
Hace ya unos meses en los que disfruto demasiado de mi estado,
disfruto de mi descontrol,
de mi psicosis,
de mi pequeña locura,
de mi interior,
de mi puro yo.
Es un tranquilizante estado de desenfreno,
es un tranquilizante estado de demencia.

lunes, 12 de diciembre de 2011

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-Explícame la situación.
-Estoy harta de todas las zorras que me comen el coño y que escupen a mi espalda después.
-Eh...
-No joder, no interrumpas, estoy harta de intentar hablar y que me salga un jodido vómito de mierda sabes?
Harta de callarme putas verdades que me encantaría clavar como cuchillos, hundiéndolos lentamente hasta joderlas vivas a todas.
Harta de la puta hipocresía, y del puto mundo en general.
-No se, cada uno es libre de hacer lo que quiere.
-Claro que si joder! si yo no digo que no, pero todo se rige por unas normas verdad?
Lo que se dice "normas de los humanos" o algo así, no puedo ponerle un puto nombre porque no lo tiene, ni siquiera están escritas, pero todos sabemos que existen.
Todos sabemos que mentir está mal, y faltar al puto respeto, pero joder, porqué cojones hay peña que no lo entiende?
-Cada uno es un mundo.
-No puedes dejar tu puta demagogia a un lado?? CÁLLATE HOSTIAS Y ESCÚCHAME.
Son normas de conducta tío! No puedes ir por ahí tocándole la polla a la gente, sabes porqué??
-Por qué?
-Porque al final acabarán cortándote los huevos.
Tengo ganas de chillar cabronazo, y cuando empiece, maldita sea, va a enterarse todo dios de la puta mierda que tengo guardada en la cabeza, y entonces sabes qué? esta puta basura se acabará.
Y créeme, que cada uno se lamentará de haber hecho que explotase.
Vaya si lo harán.

Bleh

Muchos son los que se preguntan cuando llega la muerte.
Muchos son los que se obsesionan con cuándo llegará.
La muerte es este fenómeno que se considera el fin de la vida, y nadie sabe si habrá algo después.
Hay creencias, evidentemente, los hay que creen en el reino de los cielos, y los hay que creen en la reencarnación.
Patrañas (desde mi punto de vista, ojo, no quiero herir a nadie).
Por qué no hacemos todos memoria y analizamos nuestro comportamiento a lo largo de nuestra vida?
En la infancia sólo somos felices.
Lo único que nos hace tristes es que no nos regalen el juguete que queríamos, o que algún niño no quiera jugar con nosotros.
Pero a donde quiero llegar, es al desarrollo del ser humano como persona.
Esa etapa tan peligrosa que se conoce como "adolescencia".
Al margen de los cambios hormonales y de demás curiosidades de la vida, en la adolescencia es donde empezamos y dejamos de creer en cosas.
Es la fase en la que es más fácil engañarnos, seducirnos, estafarnos, boicotearnos, y es la fase más fácil para que se hundan en nuestra mente y nos hagan creer que creemos en cosas en las que nunca creímos poder creer.
Desde pequeños nos inculcan creencias.
Creencias cristianas, budistas, hinduístas, las que sean, es indiferente.
Cuando nos desarrollamos, empezamos a pensar con otro criterio, y muchos renegamos de esas creencias preestablecidas.
Es entonces cuando nos empezamos a sentir vacíos.
Es entonces cuando necesitamos llenar ese vacío con otra cosa.
Nos volvemos idealistas, nos volvemos almas libres que quieren cambiar el mundo.
Pero como suele pasar, son muy pocas las personas que lo intentan.
Y es ahí, sólo ahí, cuando morimos.
Es ahí cuando la muerte de nuestros principios nos lleva a ser adultos.
Adultos aburridos que creen que la vida es una mierda, y que están atados a tener un trabajo que les aburre y un sueldo de mierda con el que poder mantener a sus familias.
Es ahí donde muere nuestro pensamiento del eterno adolescente, que por supuesto, va más allá de lo que se piensa la gente, el eterno adolescente no es aquel que se va a pasar su vida de fiesta y que va a ser siempre joven porque su mente es como la de un niño.
NO.
Estoy harta de niñatas que esparcen ese puto pensamiento.
El eterno adolescente es aquel que vive fiel a esa etapa de su vida en la que forjó sus ideales, y es aquel que aun piensa en llevarlos a la práctica.
Es aquel antisistema, que cree que no merece la pena sucumbir a trabajos mal pagados y que no son de su agrado.
Es aquel que aun tiene una razón para vivir.
Es aquel que no cree, si no que sabe que puede cambiar el mundo.
Y se han dado casos en la historia.
Por eso Napoleón era teniente a los 16 años.
Por eso Hitler consiguió que miles y millones de personas creyesen en lo que él creía, aunque atentase contra los derechos humanos.
Por eso Marx revolucionó el mundo.
Por eso seguimos escuchando a Mozart y a Bethoven.
Por eso la Ilíada y la Odisea fueron el principio de la literatura.
Fue porque estas personas quisieron ser ALGUIEN, y no ser alguien sin más.
Bob Dylan escribió una canción que plasma completamente lo que yo he dicho aquí.
Una canción titulada forever young.
"Se puede construir una escalera a las estrellas,
e ir subiendo por los peldaños,
se puede permanecer siempre joven.
Haz que tu corazón siempre esté alegre,
Haz que tu canción siempre sea cantada,
se puede permanecer siempre joven"
Por eso yo moriré cuando deje de creer, y no cuando el destino ponga fin a mi vida.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Acto II

Vuelta a la rutina,
a esta maravillosa rutina de vida, de cama, de noches en vela, de cocacolas y cafés.
De ironías.
Surcar el espacio cibernético es mi única opción, leer hace tiempo que dejó de serlo.
Pollas en vinagre y coños enlatados.
Vuelta a esa ira comprimida que no puedo sacar,
a esos días tirados a la basura como folios arrugados,
a esta mierda de existencia.
El cine hace todo más llevadero, pero qué cojones, necesito vivir mi propia película,
y quiero ser la jodida protagonista de la historia.
Lo soez parece que vuelve también.
Tranquilos lectores (si es que estáis ahí),
controlaré la situación a tiempo, o moriré en el intento.
Espero seguir escribiendo...


xoxo

viernes, 9 de diciembre de 2011

Recuerdos.

Odio estos días así.
Odio cuando este puto blog se jode y no me deja escoger el tamaño ni la tipografía de la letra,
y a pesar de lo maniática que soy con esas cosas tendré que publicarlo igual.
Pero eso es otro tema.
Odio echarte de menos.
Odio ver fotos y recordarte, no sé, odio la sensación de vacío con la que me inundo.
Te he querido tanto que no se si sigo queriéndote.
Realmente si que sé que te quiero.
Y eso también lo odio.
Tu pelo, tus ojos,
los odio.
Los odio por amarlos tanto.
Necesitar un abrazo tuyo,
necesitarte a ti.
Todo eso lo odio.