domingo, 20 de noviembre de 2011

Poemas Salmantinos II

El viento grita fuerte, y la lluvia acompaña su furia.
Almas gemelas que chocan y se funden,
olas de mar que no suenan a nada.
Ventanas que no tienen vistas,
y puertas que se abren sin llevarte a donde quieres.
Presiones en tu cabeza que causan delirios,
y ríos que nunca desembocan.
Lo infinito nunca fue tan malo,
y lo incoherente nunca se adueñó tanto de mi.
La soledad me invade poco a poco,
y la odio por aparecerse en un lugar lleno de gente.
Lleno de gente vacía.
Inevitablemente pienso en ti, y pienso en tu boca.
El reflejo de tus ojos me parece tan hermoso,
que por un momento olvido todo lo que me frustra,
todo lo que me hiere.
En la unidad que formamos tu eres lo positivo,
eres la alegría, la razón de vida, la razón de seguir.
Pienso en tus labios y se que no hay nada mejor más allá de eso,
se que no hay nada que desee más que a ti.
Los segundos pasan como minutos, y estos como horas.
Los días se me hacen meses.
Se que debo ser fuerte, pero me cuesta.
Lo mejor de mi eres tú, y al estar lejos me cuesta ser feliz.
Ven a darme la vida, ven a devolverme la ilusión por seguir.
Ven a abrazarme, a besarme.
Ven a quererme.

Poemas Salmantinos I

Siento tu boca tan lejana,
que la impotencia de vivir sin besos me consume.
Necesito ver algo más que la fría pantalla del ordenador.
Necesito tocarte, abrazarte, sentirte.
No creí que se me pudiese hacer tan complicado,
soy como un juguete al que se han olvidado de dar cuerda.
Soy como esa muñeca de trapo a la que se le cae un ojo.
Cuando tengo momentos para mi,
cuando dedico tiempo a mis pensamientos,
tu imagen siempre viene, y eclipsa todo lo demás.
Te necesito tanto, que el oxígeno se hace secundario.
La paciencia nunca ha sido mi fuerte,
y esta vez estoy jugando en territorio enemigo.
Las lágrimas no son una opción, pero me vienen constantemente.
Necesito ver tus labios cuando dices te quiero,
te necesito a ti.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Nightmares

Cuando tus peores pesadillas se hacen realidad, es cuando te pones a prueba a ti mismo.
Cuando todo esto afecta a alguien al que quieres, y tú tienes el poder de la solución, es cuando debes tomar cartas en el asunto e intentar solucionarlo, aunque sea un problema en el que estás hundido en la puta miseria.
Sacar tu cabeza del puto barro en el que está y empezar a pensar en claro.
Empezar a dar consejos que no te ves capacitado para aplicarlos en ti mismo.
Empezar a dar consejos que tú nunca serás capaz de cumplir.
Al menos por el momento.